Olivia, la Princesa Llorona

¡Damas y caballeros, bienvenidos al Club de los Aristócratas!

Esta semana continuamos con la presentación de los personajes del videojuego Rule of Rose, y hoy le toca el turno a otro miembro menor de los Aristócratas. Con todos vosotros, os presento a Olivia, la Princesa Llorona.

Olivia

Olivia es la huérfana más joven del orfanato y también es miembro del Club de los Aristócratas del Lápiz Rojo.

Personalidad

El principal objetivo de Olivia parece ser el de reclamar atención, que es probablemente lo que perdió cuando tuvo que ser enviada al orfanato. También parece ser bastante impresionable.

En el capítulo El Campo de Tréboles, veremos la primera aparición de Olivia en la Sala de Huéspedes. La encontraremos agachada y llorando encima de una mariposa muerta. Si Jennifer intenta coger la mariposa, Olivia la atravesará con un tenedor, casi a punto de apuñalar la mano de Jennifer. Tras hacer esto, sale de la habitación mientras dice: “Mereces ser engullida”. Tras este incidente, podemos deducir que, como le pasa al resto de los huérfanos, Olivia está desarrollando una personalidad malévola, aprendida del desagradable comportamiento de sus compañeros.

En el capítulo Las Cabras Hermanas, si Jennifer intenta entrar en la Sala Mugrienta, tanto Olivia como Susan le impedirán pasar, empujándola con sus cepillos de fregar el suelo. Al observar la sala a través de la rendija que hay en la habitación contigua, veremos que Olivia corretea feliz alrededor del poste donde Jennifer estuvo atada al principio del juego.

Biografía

A pesar de lo joven que es, Olivia pertenece a la Burguesía, un grupo que está dentro de los Aristócratas del Lápiz Rojo, compartiendo rango y atribuciones con Susan, por lo que es normal verlas juntas la mayor parte del tiempo.

A lo largo del juego, es muy común encontrar a Olivia llorando sin parar. En el capítulo Señor Peter, la pequeña llora frente a un encerado lleno de ecuaciones. Cuando Jennifer intenta hablar con ella, la niña dirá: “El señor Hoffman da miedo cuando se enfada…”, tras lo cual volverá a gimotear sin un momento de descanso. Posiblemente el director Hoffman estaba intentando enseñarle matemáticas a Olivia y se impacientó al ver que ella no entendía la lección que le estaba dando.

En el capítulo El Funeral, podremos encontrar a Olivia en la cocina intentando alcanzar una olla que está en la repisa. No hay razón alguna que explique por qué se le ha antojado a Olivia alcanzar la olla, ya que dentro de ella no hay nada, pero lo más probable es que sea otro de sus desesperados intentos por llamar la atención de los adultos. De hecho, en cuanto Jennifer se le acerca, la reacción de Olivia será echarse a llorar, y si Jennifer intenta consolarla, gimoteará con más intensidad.

Al igual que el resto de las niñas, Olivia se disculpará con Jennifer por haberla tratado mal mostrándole respeto y haciéndole reverencias. Como el resto de niños, perecerá a manos de Gregory Wilson en la matanza del orfanato.

En el capítulo Érase una vez, Jennifer piensa en Olivia y recuerda que la niña, que lloriqueaba todo el tiempo, dejó de hacerlo cuando los adultos abandonaron el orfanato de la noche a la mañana. Según Jennifer, al no haber nadie que la regañara ni le prestara atención, Olivia no tenía razón alguna para llorar.