¡Damas y caballeros, bienvenidos al Club de los Aristócratas!
No cabe duda de que la primera década de los 2000 fue la época dorada de los videojuegos del género survival horror. En este período se dieron a conocer grandes títulos que a día de hoy forman parte del culto y admiración de miles de fans del terror, y que sirvieron de base para futuras continuaciones, sagas y remasterizaciones que bebían directamente del videojuego primigenio o lo homenajeaban mediante guiños que el jugador avezado captaba enseguida. Dentro de esos títulos encontraríamos a Rule of Rose, por supuesto, ya que salió al mercado en el año 2006, y fue una especie de continuadora de la tendencia que otras empresas desarrolladoras como Capcom o Sunsoft habían empezado pocos años antes.
El género survival horror se centra en la supervivencia del personaje en un entorno hostil y aterrador que busca por todos los medios provocarle desazón y miedo. Aunque el combate es una parte importante dentro de este género, es frecuente que el jugador sienta que no tiene el control de la situación, cosa que no ocurre en otros géneros como el de acción. En un survival horror, es habitual que el jugador se encuentre con dificultades como espacios cerrados de escasa visibilidad, falta de objetos recuperativos, armas poco eficaces, menor velocidad de movimientos, reflejos lentos y, en definitiva, una mayor torpeza a la hora de enfrentarse a villanos y enemigos. Todo esto está hecho a propósito para forzar al jugador a cambiar de estrategia y obligarle a utilizar su ingenio y los pocos recursos de los que va a disponer. Le desafían a administrar su inventario y racionar los objetos recuperativos o la munición para que aprenda a ganarse la victoria sin que se lo den todo hecho.
Otro elemento importante en el género es el tema del aislamiento. Normalmente, los juegos de survival horror cuentan con un elenco de personajes bastante escueto, y por eso es muy común que el protagonista conozca gran parte de la historia en segundo plano, a través de diarios, textos o registros de audio. Al contrario que los videojuegos de acción en los que un protagonista se enfrenta solo a enjambres de enemigos, en el género survival se enfatiza el ingenio y el saber buscar la manera de escapar de la situación, ofreciendo sitios para esconderse o permitiendo al jugador frenar el avance del enemigo quitándole pasarelas, cerrándole las puertas o activando mecanismos para atraparlo en alguna clase de trampa. Ante todo, prima la sensación de que el personaje está en un constante estado de vulnerabilidad y cualquier paso, por nimio que parezca, puede llevarle a una muerte segura.
Como os habréis podido dar cuenta, Rule of Rose encaja perfectamente dentro de esta definición. Sin embargo, en Rule of Rose hay un elemento que no suele haber en otros juegos, y es la presencia de un compañero canino que ayuda a la protagonista en sus aventuras. De hecho, creo que solo hay un juego más de survival horror en el que otra protagonista femenina recorre un entorno hostil en compañía de su perro, y ese es Haunting Ground.
Haunting Ground, conocido en Japón como Demento, fue un videojuego de survival horror publicado por Capcom en el año 2005 para la consola PS2. El juego comparte muchas similitudes con Clock Tower, no solo porque tiene a un personaje femenino como protagonista, sino también porque presenta a un enemigo específico al que se debe evitar durante un período de tiempo mientras se resuelven acertijos y enigmas. En Haunting Ground, Fiona Belli sufre un accidente de coche tras el que es secuestrada y llevada a un enorme y lóbrego castillo en el que varias personas parecen interesadas en perseguirla para arrebatarle el Azoth, una especie de esencia que parece ser clave en la reencarnación y el renacimiento de una persona. En Haunting Ground, al contrario que en otros juegos del género, se puede percibir claramente el tremendo grado de sexualización que gira en torno a Fiona. La cosificación sexual de la protagonista, que algunos colectivos feministas han criticado ferozmente, es vital dentro del juego y funciona como un elemento más de fragilidad y peligro dentro de ese entorno hostil que circunda a la protagonista.
No cabe duda de que Rule of Rose y Haunting Ground, aunque fruto de una misma época y publicados con apenas un año de diferencia, son juegos con historias muy diferentes entre sí y sus protagonistas no tienen nada que ver la una con la otra. Sin embargo, son muchos los que han visto el paralelismo entre Jennifer y Fiona, y aunque no se puede acusar a nadie de plagio, sí se puede decir que ambos personajes guardan similitudes que las acercan mucho.
Para empezar, ambas protagonistas son muy parecidas físicamente. No se trata solo de que tanto Jennifer como Fiona tengan más o menos la misma edad (diecinueve y dieciocho años respectivamente), sino que también comparten rasgos físicos. Ambas son rubias y llevan el pelo recogido. También son muy guapas, dueñas de un rostro de facciones delicadas que les da un aire casi angelical, en contraste con el entorno diabólico y de pesadilla que las rodea. Su voz también es suave, por lo menos en las pocas ocasiones en que las oímos hablar, y creo que esto es así para reflejar su vulnerabilidad, pues son protagonistas pero también víctimas de los sucesos que ocurren en sus respectivas historias.
En segundo lugar, destaca el fuerte componente sexual que se desprende de ambos videojuegos, aunque esto es más evidente en Haunting Ground que en Rule of Rose. Con todo, Jennifer no se ve libre de la sexualización y, de hecho, cuando el juego recibió las primeras críticas, se lo llegó a calificar de obsceno e incluso fue censurado en algunos países como Estados Unidos o Polonia debido a los ligeros matices eróticos entre personajes femeninos menores de edad. Sin embargo, es importante destacar que, aunque el amor homosexual juega un papel importante dentro de la historia de Rule of Rose (de hecho, no se entiende lo que sucedió sin este aspecto), no es el foco sobre el cual orbita toda la acción. El aspecto de Jennifer, ataviada siempre con un vestido gris de manga larga, cerrado hasta el cuello y que ni siquiera insinúa un busto prominente, no se presta a sexualización de ningún tipo; sin embargo, las diversas muestras de cariño y afecto que se mostraban ella y Wendy tenían mucho de amor y contribuyeron a que el juego fuese tan polémico cuando salió a la luz.
No es el caso de Haunting Ground donde, como ya he dicho, la sexualización de Fiona está clarísima y queda puesta fuera de toda duda. De hecho, en este juego sí es importante que la protagonista esté sexualizada, ya que los villanos pretenden utilizar su útero y su Azoth para divertirse, estar completos o reencarnarse una y otra vez como manera de alcanzar la inmortalidad. Una vez más, debemos fijarnos en el aspecto de Fiona para dar cuenta de esa cosificación. Fiona tiene un cuerpo más voluptuoso que el de Jennifer, y esto queda remarcado con la ropa que recibe de Daniella, la criada del castillo: un vestido con camisa blanca de manga larga y encaje, y falda corta plisada de color morado. Los trajes secundarios de ambas protagonistas también van acordes a esa especie de sexualización, y es mucho más evidente en el caso de Fiona que en el de Jennifer; los trajes de Jennifer, aunque puedan contener elementos propios de un cierto fetichismo sexual (como puede ser el traje de enfermera o el de lolita gótica), son tan escuetos y cerrados que no insinúan nada, mientras que los de Fiona sí lo hacen.
Resulta curioso que, en ambos juegos, se refieran a Fiona y Jennifer como princesas. En Rule of Rose, Jennifer es al mismo tiempo Príncipe y Princesa, pues es tanto la representación de Joshua (el Príncipe Oso) como la Princesa de la Rosa Roja, rango que se le otorga tras la caída en desgracia de Wendy. En realidad, todo el juego del Club de los Aristócratas gira en torno a las princesas, ya que cada miembro de la Aristocracia tiene un título y, a la vez, es príncipe o princesa (por ejemplo, Diana ostenta el rango de Duquesa, pero también se la conoce como la Princesa Tenaz). Si nos vamos a Haunting Ground, encontraremos esta mención a las princesas en Daniella, la doncella que sirve en el castillo y que será una de las enemigas más fuertes de Fiona. Esta joven, posiblemente un homúnculo creado por Lorenzo Belli, acusa a Fiona de ser una criatura vil y lasciva a la que se le consiente todo porque es una “princesita”. Si a esto le añadimos que el castillo legalmente le pertenece a Fiona, tenemos ahí nuestra imagen de la princesa, pues los castillos son los hogares ancestrales de las princesas.
Otra característica que Jennifer y Fiona comparten es la compañía inestimable de un perro. La soledad de ambas muchachas queda paliada por la presencia de Brown y Hewie, perros que también han sufrido en sus carnes la maldad de los mismos que quieren hacer daño a sus amas. Tanto Brown como Hewie se convertirán en los más fieles aliados de las chicas, y su principal misión es acompañarlas y ayudarlas a escapar del peligroso entorno donde se hallan. También tienen en común que ambos son rescatados por sus amas, y los dos reciben un collar en el que pone su nombre. Por si fuera poco, ambos son esenciales en los finales buenos en sus respectivos juegos, pues Brown es el último personaje al que Jennifer tiene presente en sus recuerdos y Hewie necesita recibir el cariño y felicitaciones de Fiona para llevarla por el buen camino. En cuanto a sus habilidades en combate, hay que decir que Hewie es bastante más fuerte que Brown, pues se le puede ordenar que ataque a los enemigos, mientras que Brown se limita a ladrar para distraerles (aunque a algunos enemigos sí los muerde).
Fiona y Jennifer tienen también en común la persecución por parte de personajes que quieren verlas sufrir. En el caso de Fiona, el sufrimiento que se le quiere hacer es físico. Sus enemigos ansían poseer su cuerpo y arrebatarle el Azoth, que es la energía espiritual que tiene todo humano y que es esencial para vivir y sentir. Todos sus perseguidores buscan causarle el mayor daño posible, llegando a matarla y desmembrarla si es necesario para obtener el preciado Azoth. Sin embargo, la persecución que sufre Jennifer tiene tintes más íntimos, más psicológicos. Los Duendes y formas de pesadilla que la persiguen no dejan de ser producto de su imaginación, consecuencia de los traumas que vivió en su infancia. Tiene sentido, ya que Jennifer está reviviendo los recuerdos que bloqueó, y sus enemigos, aunque violentos y letales, buscan hacerle más daño psicológico que físico.
Otra cosa en común está el lugar en el que ambas protagonistas viven sus aventuras. Los entornos por los que Fiona y Jennifer se mueven destacan por ser lugares enormes y laberínticos que están relacionados con su pasado. En el caso de Jennifer, podemos hablar de dos lugares, que son el dirigible en el que viajaba con sus padres y el orfanato que la acogió; el dirigible es, por mucho, el más complicado de recorrer, pues tiene muchos sectores que son bastante similares entre sí y es fácil perderse sin la ayuda de Brown, quien siempre la llevará hacia su próximo objetivo. Fiona, por otra parte, tiene que aprender a moverse por los intrincados corredores del castillo Belli, un lugar inmenso lleno de habitaciones y escaleras que encierra multitud de trampas. Este castillo le perteneció a la familia Belli durante siglos, siendo Fiona la última descendiente y legítima propietaria.
Y ya, por último, a modo de simpática curiosidad, ambas protagonistas tienen varios trajes secundarios entre los que destaca un disfraz que, por lo absurdo, resulta cómico. Tanto Jennifer como Fiona disponen de cinco trajes alternativos que se pueden desbloquear de diversas maneras (obteniendo una llave y objetos especiales en Rule of Rose y desbloqueando los distintos finales en Haunting Ground). De todos estos disfraces, los más divertidos son los que dan a nuestras protagonistas una apariencia animal. De este modo, podemos jugar con Jennifer convertida en un pulpo gigante y atacar a sus enemigos con un atún, y acompañadas de un Brown que deja de ser un perro para convertirse en un cangrejo que ladra. Y, por otro lado, Fiona cuenta entre sus disfraces con un traje de rana que, además de ayudarla a no perder energía cuando retrocede o se agacha, le permite sentarse como un batracio.
Gracias a esta publicación empecé a jugar Haunting Ground y dejando de lado las comparaciones que ya mencionas aquí, las historias y juegos si que varían mucho y ni de lejos HG le llega a la emoción que puede llegar a causar la triste aventura de Jennifer en RoR
ResponderEliminarSon dos juegos distintos. Yo diría que HG está más enfocado a la tensión que provocan las persecuciones de los enemigos de Fiona, mientras que RoR tiende al terror psicológico. Evidentemente, tenemos miedo de que a Jennifer le pase algo, pero es mucho más terrorífica la historia que la ha traumatizado tanto de niña, hasta el punto de que debe volver a revivirla para poder liberarse de sus demonios.
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