jueves, 17 de noviembre de 2016

Wendy, la Princesa Solitaria


¡Damas y caballeros, bienvenidos al Club de Aristócratas!

Esta semana voy a salirme un poco de la guía del juego para intercalar otro personaje. Y si el primero de ellos fue Jennifer, la protagonista, ahora empezamos con una de sus muchas antagonistas y rivales. Esta semana le toca el turno a Wendy, uno de los personajes más misteriosos del dirigible al que Jennifer es obligada a ir. Eso sí, advierto desde el principio que voy a tratar a fondo los caracteres de todos los personajes de este videojuego, lo que significa que va a haber SPOILERS por todas partes y voy a revelar secretos que conciernen al final de la aventura. Así que, si no queréis saber lo que va a pasar, os aconsejo no leer esta entrada o postergarla para cuando terminéis el juego.



Wendy




Wendy es la principal antagonista de Rule of Rose. Jennifer y ella se conocieron antes de que Jennifer se trasladase al Orfanato Jardín de Rosas, pues Wendy fue quien la rescató de su cautiverio en casa de Gregory Wilson; a partir de ese momento, se convirtieron en grandes amigas.

Wendy es una niña de aspecto dulce y adorable, además de ser la única que se porta de manera amable con Jennifer durante sus aventuras en el dirigible. Suele pasar la mayor parte del tiempo en la cama, pues parece estar enferma; en caso de encontrarse mejor, se la puede ver dando de comer a los animales del dirigible, especialmente a los conejos. Sin embargo, más adelante veremos la cara más horrible de su personalidad: la de una niña perturbada que sentía celos de Brown cuando Jennifer empezó a hacerle más caso al perro que a ella, motivo por el cual ordenó que lo mataran.

Conforme va avanzando el juego, descubrimos que Wendy es la Princesa de la Rosa Roja, la mano que maneja los hilos del Club de los Aristócratas desde las sombras. Los niños del orfanato no hicieron más que seguir sus órdenes para atormentar a Jennifer y así hacerle pagar por la ofensa que cometió al preferir a Brown antes que a Wendy.



Biografía

Wendy exploraba los alrededores de la zona exterior del orfanato cuando encontró la finca de Gregory Wilson, lugar al que los niños le habían puesto el nombre de Casa de Pan de Jengibre. Llena de curiosidad, se acercó un poco más para ver quién vivía allí. Su sorpresa fue mayúscula cuando descubrió una pequeña ventana que daba a un sótano y a un niño de su edad encerrado en aquella especie de habitación subterránea. Al principio, creyó que se trataba de Joshua, el hijo de Gregory Wilson, pero no tardó en descubrir que ese niño en realidad era una niña llamada Jennifer. A través de una serie de cartas que ambas se intercambiaron durante varios días por la ventana, Jennifer le explicó a Wendy que Gregory la había vestido con ropas de niño, la llamaba Joshua y nunca le permitía salir de la casa. Con el tiempo, Wendy y Jennifer se hicieron muy amigas y se apodaban entre ellas como la Princesa y el Príncipe.

Tras descubrir dónde guardaba Gregory su pistola, Wendy ayudó a Jennifer a escapar de la casa y la llevó al Orfanato Jardín de Rosas. También la ayudó a entrar en contacto con el Club de Aristócratas del Lápiz Rojo. Tras la llegada de Jennifer, Wendy informó a todos los demás acerca de la existencia de un Perro Callejero que venía por las noches para secuestrar niños. Movidos por el miedo y la curiosidad que esos rumores les habían causado, los miembros del Club de Aristócratas nombraron a Wendy como Princesa de la Rosa Roja. Como Wendy tenía que pasar mucho tiempo en cama debido a su enfermedad, en las reuniones del club se la sustituía por una muñeca parecida a ella.

Con el tiempo, Jennifer empezó a apartarse de los niños del orfanato, con los que no se sentía cómoda, y encontró una nueva compañía: un perrito abandonado al que llamó Brown, y que la acompañaba a todas partes. Al ver que Jennifer la había sustituido por un perro, Wendy se puso muy celosa y, en un ataque de rabia, ordenó a los miembros de la Aristocracia que le hicieran la vida imposible a Jennifer, con la esperanza de que la niña se diera cuenta de que Brown no podía ayudarla y que no encontraría una amiga mejor que ella. Pero el plan de Wendy falló, puesto que Jennifer no se deshizo de su amigo canino. Por eso, como último recurso, Wendy ordenó a sus subalternos que mataran a Brown.

Cuando Jennifer se enteró de lo que había ocurrido, perdió los nervios por completo. Se abalanzó sobre Wendy y la abofeteó una y otra vez llamándola mentirosa, ordenándole que se marchara y jurando que jamás la perdonaría por lo que había hecho. Jennifer selló su juramento quitándose un broche de rosas que Wendy le había regalado y tirándolo al suelo con desprecio. Humillada y con el corazón roto, Wendy salió de la habitación llorando con amargura. Ese mismo día fue destronada y Jennifer se convirtió en la nueva Princesa de la Rosa Roja.

Pero la venganza de Wendy iba a ser terrible. Un mes más tarde de que se rompiera su amistad con Jennifer, Wendy regresó al orfanato disfrazada de Joshua. Los niños la vieron llegar desde las ventanas y salieron afuera, sin duda para burlarse de ella. Pero Wendy no había venido sola: había traído consigo a Gregory Wilson, atado con una correa como si fuera un perro. Wendy había aprovechado el débil estado mental de Gregory y se había disfrazado de Joshua para hacerle creer que era su hijo, quien en realidad estaba muerto. Durante varios días, Wendy se dedicó a entrenar a Gregory para que actuara como un animal y obedeciese todas sus órdenes. Y su primer mandato fue obligarle a matar a todos los niños del orfanato; solo Jennifer, que no había salido de la casa, se salvó de una muerte horrible. Después de que Jennifer derrotara al Perro Callejero, Wendy se disculpó con ella y le entregó el arma que le había quitado a Gregory para que hiciera lo correcto. En cuanto se quitó la peluca que le hacía parecerse a Joshua, Gregory se dio cuenta de que no era su hijo y la arrastró al interior del orfanato, donde la mató.

En el último capítulo del juego, Jennifer parece sentir compasión por Wendy, pues siempre se sentía muy sola. Al marcharse definitivamente del orfanato, Jennifer deja encerrada a Wendy en sus recuerdos, al igual que hace con Brown y el resto de niños del orfanato.



Personalidad

Al contrario que la mayor parte de los niños que pululan por el dirigible, Wendy es la única que muestra verdadera amabilidad ante Jennifer. Parece inofensiva debido a su gentil y frágil apariencia, pero tras esa fachada se esconde un corazón negro lleno de perversidad.

Wendy y Jennifer fueron muy buenas amigas desde que se conocieron, lo que para Wendy era muy importante ya que, al padecer una enfermedad que la obligaba a pasar bastante tiempo en la cama, tenía muy pocos amigos. Sin embargo, esto dio origen a que se desarrollara en su corazón una malsana obsesión con Jennifer, hasta el punto de querer que nadie le arrebatara la atención que Jennifer le prodigaba.

La personalidad de Wendy podría ser descrita como posesiva, insegura y envidiosa. Esto se puede ver en el momento en que Jennifer le presenta a Brown, a quien define como «bonito» y «asqueroso» a la vez, o en las múltiples cartas que le escribió a Jennifer pidiéndole que se deshiciera del perro y le sonriese solo a ella. Wendy se siente dolida por el cariño que Jennifer le profesa a Brown, pero esconde sus sentimientos de ira y celos haciendo como que no le importa y considerando a Brown como algo insignificante. La posesividad de Wendy alcanza cotas impensables cuando, movida por los celos y el miedo a perder el amor de su mejor amiga, ordena que maten a Brown. Es posible que esta actitud haya sido motivada por un exceso de protección o como resultado de la pérdida de alguien muy importante para ella, como podría haber sido la muerte de sus padres.

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