¡Damas y caballeros, bienvenidos al Club de los Aristócratas!
Y seguimos con la etapa de cuarentena, pero esta vez parece que el Coronavirus está un poco mejor controlado por lo menos en mi país, donde muy poco a poco estamos volviendo a la normalidad. Lo que sí sigue, aunque un poco a salto de mata, es este blog con sus posts y curiosidades acerca de este magnífico videojuego que tanto os ha gustado y os gusta (me consta que hay muchos nuevos jugadores que no habían probado hasta ahora esta joyita). Así que, sin más dilación, paso a hablaros de otro personaje animal de la historia.
Pez de Hoffman
El pez es el animal de compañía que pertenecía al Señor Hoffman, el director del orfanato. Se trata de una carpa o pez koi, y se la puede ver nadando apaciblemente en el acuario que el director tiene en su propio despacho, aunque este acuario también se puede ver en la Sala VIP del dirigible.
Aunque el pez puede verse a lo largo de casi todo el juego, será en el episodio La Princesa Sirena donde cobre especial relevancia. Durante el mes de agosto de 1930, los Aristócratas exigieron como regalo mensual para el club una sirena, algo que a todas luces era imposible de conseguir. Para fabricar la sirena, es posible que Meg y Eleanor hubieran robado el pez para matarlo cortándole la cabeza; una vez hecho esto, ataron con cuerdas la cola del pez a la parte superior de una muñeca de trapo para dar forma a una especie de sirena. Lo que también consiguieron con esta maldad fue causarle problemas a Diana, que era la encargada de cuidar del pez. Cuando el director Hoffman descubrió que su pez había desaparecido, regañó a Diana a la vez que la manoseaba de una manera muy inapropiada.
En cuanto el director Hoffman se fue, Diana le echó la culpa de todos sus problemas a Jennifer, que fue la que encontró la sirena, y la castigó pasándole por la cara un trapo sucio.